Valores culturales
Escrito por Ana María Monge Ortiz
Desde los primeros tiempos de la humanidad, se ha reconocido que el agua es absolutamente necesaria para la supervivencia. Con el nacimiento de la agricultura, la disponibilidad de agua adecuada llegó a ser una parte fundamental de la producción de alimentos. Los lugares donde ésta era abundante se convirtieron en asiento de grandes civilizaciones, como el caso del Nilo para los antiguos egipcios. Debido a que transporta consigo y sustenta la vida, el agua ha sido venerada a lo largo de los tiempos y ha desempeñado un importante papel en los principales credos del mundo, entre ellos el budismo, cristianismo, hinduismo, islam, judaísmo y sijismo.
Los humedales, como suministradores de agua y muchos otros bienes y valores, en la actualidad denominados “servicios de los ecosistemas”, también han sido muy apreciados a lo largo de la historia de la humanidad. En muchas regiones del mundo se ha desarrollado un rico, diverso y, en muchos casos, todavía vibrante patrimonio cultural en los humedales y en torno a ellos. Uno de los mayores desafíos que enfrentan la conservación y el uso sostenible de los humedales es garantizar que ese patrimonio se reconozca y valore adecuadamente en este mundo actual que tan rápido evoluciona.
Los humedales, han desempeñado generalmente un papel crucial en la preservación de restos arqueológicos de gran importancia. En condiciones anegadas, los materiales orgánicos como la madera, la piel y los textiles naturales están protegidos contra la descomposición rápida que se produciría si estuvieran expuestos al aire.
En el Área de Conservación Tortuguero, los habitantes de los sectores costeros han desarrollado sus actividades en torno a los humedales, de manera que utilizan los recursos de este ecosistema de manera directa y por lo cual constituye el pilar de su estilo de vida. Los habitantes utilizan los canales como una “carretera” para el transporte, como un sitio de recreación y sustento mediante la pesca y como un recurso para el turismo. Además, sus comidas están relacionados con productos derivados de los ecosistemas de humedal.
Resumiendo
Los paisajes y vida silvestre de los humedales que valoramos actualmente por regla general son resultado de complejas interacciones entre las personas y la naturaleza a lo largo de siglos. Una vez que esos vínculos íntimos se dañan o destruyen, es raro que se puedan volver a restaurar o crear.
Algunos valores culturales se traducen con facilidad en el lenguaje económico puro empleado por la mayoría de los encargados de la adopción de decisiones, como por ejemplo el valor de mercado anual del pescado capturado en un humedal, o el ingreso acumulado derivado del turismo y la recreación. A los valores religiosos, espirituales o artísticos no se les puede poner una etiqueta con el precio, pero se pueden evaluar económicamente determinadas manifestaciones de esos valores
