Estudio sobre el impacto de la complejidad y conectividad de hábitat en la biodiversidad funcional de macro-invertebrados en fitotelmata
Comprender las fuerzas fundamentales que estructuran las comunidades biológicas es
esencial para aumentar el conocimiento científico y mejorar el éxito de los proyectos de
conservación. Sin embargo, las dinámicas ecológicas individuales suelen ser difíciles de
aislar y cuantificar debido a la compleja estructura de red y la dependencia del contexto
de las metacomunidades. Los experimentos controlados son importantes para cuantificar
el papel y la fuerza de las variables bióticas y abióticas en la composición de la comunidad.
Los microcosmos naturales son sistemas útiles para estudiar la ecología comunitaria
porque son biológicamente realistas, pero también pueden ser fácilmente medidos y
manipulados por los investigadores (Armbruster et al., 2002; Srivastava, 2006).
Un sistema de estudio notable y útil en ecología comunitaria son las aguas retenidas por
plantas (fitotelmas), que se encuentran comúnmente en plantas de bromelias, huecos de
árboles y plantas de jarra (Elton y Miller, 1954; Kitching, 2000; Kitching, 2001). Estos
pequeños charcos de agua dulce están habitados por una variedad de invertebrados y
ocasionalmente vertebrados, como los renacuajos de Oophaga pumilio (Armbruster et al.,
2002). Las redes alimenticias de invertebrados en phyototelmata están estructuradas en
múltiples niveles, alojando depredadores (libélulas y larvas de caballitos del diablo),
detritívoros (cranefly y escarabajos de los pantanos), filtradores (larvas de mosquitos) y una
rica comunidad de algas, bacterias y hongos (Starzomski et al. al., 2010)
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https://drive.google.com/file/d/12FLZGrgJcGijaVVuzxfmjt0Gx-8J0MoX/view?usp=share_link
